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Indice General | Enciclopedia de Música y danza

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La sección de cuerdas, configurada por unos sesenta músicos, circunda al director en una primera línea en la que se ordenan, de izquierda a derecha, los primeros y segundos violines, las violas, los violonchelos y los contrabajos; el concertino o violín principal asume el papel de primer colaborador del director y se encarga de la afinación previa de todos los instrumentos de la orquesta. En segundo término, se sitúa la sección de viento y madera, con alrededor de quince ejecutantes de flautas (una de ellas frecuentemente sustituida por un flautín), oboes (con un corno inglés ocasional) clarinetes y fagots. La tercera línea y más alejada posee unos doce instrumentos de metal, entre los que figuran trompas, trompetas, trombones y tubas, y a su izquierda se encuentra la sección de percusión, constituida por bombos, tambores, timbales, platillos, cajas chinas, xilófonos, triángulos, campanas, etc. El grupo orquestal puede completarse con una o dos arpas, un órgano y un piano de acompañamiento. El solista, en las obras de concierto, se sitúa en el centro del escenario junto al director. A lo largo de la historia de la música culta occidental han sido numerosas las orquestas que han alcanzado celebridad. Mítico es el recuerdo de la orquesta de Mannheim, creada en torno a 1755 alrededor de la escuela que floreció en esta ciudad alemana bajo los auspicios de su príncipe elector y cuyo primer director fue Johann Stamitz.