ROLDÁN, AMADEO

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El músico cubano Amadeo Roldán supo aunar en sus obras la tradición antillana con una formación clásica, inspirada en el impresionismo europeo, que atrajo la atención de compositores y críticos de otras latitudes y fomentó el desarrollo musical de su país. Roldán nació en París, de padres cubanos, el 12 de junio de 1900. Obtuvo en Madrid el premio Sarasate de violín y estudió composición en el conservatorio de la ciudad con el maestro Conrado del Campo. Se trasladó después a la Habana y ocupó el puesto de primer violinista de la orquesta filarmónica desde su fundación en 1922; asumió, diez años más tarde, la tarea de su dirección. Influido por la música francesa y española escribió Obertura sobre temas cubanos (1925) y el ballet La rebambaramba (1928), en el que incluyó un grupo de seis instrumentos cubanos de percusión. El Milagro de Anaquillé (1928-1929), que Roldán describió como drama de misterio afrocubano, resaltó el acento nativo y colorista que desarrolló en numerosas composiciones posteriores. Su importante labor creativa y pedagógica se interrumpió con su muerte prematura en la Habana, el 2 de marzo de 1939, a la edad de 38 años.