TANGO - pág.2

Indice General | Enciclopedia de Música y danza

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La sensualidad, ligereza y alegría de los primeros tangos, heredadas de la milonga, fueron sustituidas hacia 1920 por una intensa melancolía que expresaba frecuentemente las decepciones del desengaño amoroso y de los sufrimientos de la vida. En esta nueva etapa del tango intervinieron diversas industrias discográficas argentinas y extranjeras, como Columbia y Odeón, en un fenómeno de internacionalización de este baile que fue repudiado por los puristas del viejo estilo. Las figuras más descollantes de la nueva guardia del tango fueron el autor Enrique Santos Discépolo y, en especial, el cantante Carlos Gardel, cuyas peculiares personalidad y voz registradas en películas cinematográficas, unidas a la tragedia de su repentina y prematura desaparición, fortalecieron una leyenda que lo encumbró como la encarnación del tango argentino. En este período, el bandoneón desplazó a la guitarra como acompañamiento esencial del tango, ocasionalmente apoyado por el piano y el contrabajo. Escrito musicalmente en compás binario, que alterna los acentos con sonidos débiles, el tango fue cultivado desde la década de 1920 por autores de música sinfónica como Igor Stravinski y Darius Milhaud. Tras la segunda guerra mundial se distinguieron en el tango tres corrientes principales de evolución: la tradicional, seguidora del viejo estilo; la internacional, en búsqueda del éxito discográfico; y la crítica, que utilizó esta forma popular como base de una expresión del inconformismo social.