Enciclopedia de Música y danza
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TONALIDAD Y ATONALIDAD
Indice General
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La ópera de Richard Wagner Tristan und Isolde (1859; Tristán e Isolda), aún incluida en los cánones del romanticismo tonal, constituyó con sus audacias compositivas uno de los puntos de inflexión hacia una alteración en los principios de la música sinfónica que habría de tener su expresión definitiva en los movimientos atonales del siglo XX.
La tonalidad es un principio de organización de la composición musical alrededor de una nota central denominada tónica. Por su parte, la atonalidad corresponde a la ausencia de este principio y su sustitución por otros elementos básicos.
Las piezas musicales de todas las culturas presentan con frecuencia un estilo de composición, en torno a uno o varios sonidos fundamentales a los que tiende la melodía, que prefigura una concepción tonal. En particular, la idea occidental de tonalidad constituye en su conjunto un sistema que relaciona las notas y los acordes, superposición de sonidos simultáneos en un orden preconcebido que define la armonía, predominante en Europa entre 1650 y 1900 y prolongado desde entonces en diversos aspectos de la música sinfónica y popular.
La organización tonal hace destacar unos sonidos sobre otros a partir del establecimiento de un orden jerárquico. La nota central o tónica, recordada insistentemente en la armonía, y la dominante o quinta nota de la escala tonal, cuyo acorde conduce directamente a la tónica en un giro armónico llamado cadencia perfecta o final, conforman el argumento básico de las obras tonales, mediante la reiterada creación de tensiones de dominante resueltas en tónica.
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