Caudillismo - pág.2

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Esto es, la figura del caudillo aparece de manera arquetípica como la de capitán o líder de un grupo social o político determinado, más o menos amplio, que se propone tomar en sus manos las riendas del poder político total, sin reparar en los medios que haya de emplear para conseguirlo. Sólo si el caudillo alcanza ese poder se convertirá en un típico dictador. Desde un punto de vista teórico, el poder del caudillaje se ha justificado en función de la existencia de una situación de emergencia, aunque ello en muchas ocasiones no constituyó sino la proclamación oportunista a posteriori de la conveniencia de la adopción de determinadas decisiones. Los caudillos Aunque los rasgos apuntados sobre el caudillismo permitirían dar este nombre a numerosos fenómenos históricos, lo cierto es que el término se emplea habitualmente para hacer referencia a una serie de movimientos surgidos en los países iberoamericanos poco después de lograr su independencia. El término hizo también fortuna en España -de cuyo lenguaje medieval procedía en realidad- y así el general Francisco Franco, que gobernó el país durante casi cuarenta años después de la guerra civil, recibió el título oficial de "caudillo". Las designaciones adoptadas en Italia por Benito Mussolini (Duce) y en Alemania por Adolf Hitler (Führer) significaban también "caudillo".