Espionaje y contraespionaje - pág.4

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Los métodos empleados por los espías industriales son muchas veces los propios de la tradicional imagen del agente especial, creada en el mundo de la literatura y el cine: microfilmes, micrófonos, magnetófonos, teleobjetivos, etc. Reseña histórica Ya en la Biblia se narra cómo Moisés envió a doce agentes para espiar la tierra de Canaán. Asimismo, en el siglo IV a.C., el tratadista chino Sunzi (Sun-tzu), en su libro sobre el arte de la guerra, distinguió hasta cinco tipos de agentes secretos y señaló la importancia del contraespionaje y de la acción psicológica. En la edad media proliferaron los espías por toda Europa, y, en el siglo XVI, la mayor parte de los estados mantenían agentes al amparo de sus embajadas, siguiendo el ejemplo de Venecia y otras ciudades-estado italianas. Al final de la guerra de los treinta años, tras la paz de Westfalia (1648), se inició la etapa histórica del auge de los nacionalismos, y, con ello, los gobiernos incrementaron los medios de seguridad de sus países e instauraron complejas redes de espionaje. La reina Isabel I y Oliver Cromwell en Inglaterra, así como el cardenal de Richelieu en Francia, se sirvieron de numerosos agentes secretos; por su parte, el rey Federico II el Grande de Prusia, ya en el siglo XVIII, integró los servicios de inteligencia en su estado mayor.