Cromo - pág.2

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Existen diversos métodos para obtener cromo a partir de este mineral: mediante la evaporación, al calentarlo o enfriarlo, gracias a la reducción química o por medio de electrólisis, es decir, la separación de los iones que componen una sal al aplicar una diferencia de potencial. También se recurre al proceso conocido como aluminotermia de Goldschmidt, consistente en reducir el óxido metálico al mezclarlo con una mezcla de polvo alumínico, lo que da lugar a un gran desprendimiento de calor. Todos los procesos mencionados son complejos y requieren de determinadas cantidades de otros compuestos. En 1797, el químico francés Louis-Nicolas Vauquelin descubrió por primera vez un compuesto de cromo en un mineral, la crocoíta de Siberia. Un año después ya se había conseguido aislar el cromo metálico y, poco a poco, comenzaron a idearse aleaciones de cromo con hierro, y con hierro y níquel, cuya resistencia al óxido y a la corrosión era la más apreciada de sus características. Oleoductos, cuberterías y piezas ornamentales suelen contar con aleaciones de cromo en su composición. No sólo son útiles las aleaciones, sino también muchos de los compuestos que forma el cromo, los cuales poseen una importancia destacada en diversos campos. Así, por ejemplo, aún no se ha encontrado un sustituto adecuado para los colores del cromo, insolubles en agua y estables al aire, que se utilizan en pintura, en estampación y en decoración de porcelana.