Plomo - pág.2

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Las principales menas de plomo son la cerusita, en forma de carbonato; la anglesita o sulfato de plomo; y, sobre todo, la galena, sulfuro de plomo hallado frecuentemente junto a minerales de plata. El método más utilizado en la obtención de plomo se basa en el tratamiento químico de la galena, proceso que atraviesa varias fases de procedimiento: la preparación del mineral, la tostación que transforma el sulfuro en sulfato, la reducción del sulfato a plomo metálico por calentamiento y el afino o purificación del producto resultante, que posee aún restos de otros materiales como cobre, hierro y sales metálicas. La metalurgia del plomo, conocida desde antiguo, se realiza modernamente en grandes recipientes de tostación en los que en el siglo XX se sustituyó el horno de reverbero por un horno alto. Las instalaciones metalúrgicas de plomo poseen asimismo mezcladores, quemadores, dispositivos de destilación y centros de afino en los que mediante diversos métodos se verifican las distintas etapas de producción. Usado en las civilizaciones precristianas -por ejemplo, la babilónica y la romana- como elemento de construcción y en conducciones de agua, el plomo se extraía abundantemente en las minas de las antiguas Hispania y Galia. Empleado en el techado de las catedrales medievales, su producción se acentuó desde el siglo XIX al incrementarse sus usos industriales, y compartió la hegemonía del hierro en los inicios del XX.