Alejandro III, Papa

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La conducta inteligente y moderada de Alejandro lll contribuyó a incrementar el prestigio de la jerarquía eclesiástica medieval, sin debilitar el poder del emperador alemán y de los reyes cristianos de Europa. Rolando Bandinelli nació en Siena alrededor del año 1105. Tras estudiar leyes y teología, su carrera en el seno de la iglesia fue fulgurante. Ya como cardenal mostró su oposición al creciente poder del emperador germánico Federico Barbarroja. El 7 de septiembre de 1159 accedió al solio pontificio, en el que sucedió a Adriano IV. El nuevo papa hizo suya la decisión de su predecesor de combatir a Barbarroja (que a la sazón había puesto sitio a Milán). En respuesta, el emperador nombró a un antipapa (Víctor IV), a lo que la iglesia respondió con la excomunión de ambos. Para huir de la airada reacción del emperador, Alejandro lll se vio forzado a refugiarse en Sens, Francia, en 1162, donde encontró la protección de Luis Vll. Permaneció allí hasta 1165, mientras el antipapa se asentaba en Roma. Aquel mismo año el papa decidió volver a Italia, aunque tuvo que exiliarse de nuevo en 1166. A continuación regresó, dispuesto a enfrentarse a Federico Barbarroja; en Roma derrocó a los antipapas impuestos por su rival y se alió con las ciudades lombardas.