Bautismo - pág.2

Indice General | Enciclopedia de Reliqión

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Ambos han permanecido invariables a través de los siglos y en las diversas iglesias cristianas. Las diferencias afectan al modo -inmersión, infusión, aspersión- y momento -algunas comunidades protestantes practican el bautismo adulto- y a la eficacia sustancial o meramente simbólica que se le atribuye. Los efectos del bautismo son la unión con Cristo resucitado, la participación en la gracia o vida divina, y la pertenencia a la comunidad eclesial con todos los derechos y obligaciones inherentes. Los católicos insisten en su carácter indeleble, irrepetible e irrenunciable. Jesucristo expresó los efectos del bautismo en su conversación con Nicodemo: "De verdad te aseguro: quien no nace de agua y de Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios" (Juan 3:5). No hay que confundir el bautismo instituido por Cristo con otros ritos purificatorios de los judíos, ni con el bautismo administrado por Juan, al que se sometió el mismo Jesús. Necesidad del bautismo para la salvación La doctrina católica, recogida en el concilio de Trento, afirma la absoluta necesidad del bautismo para la salvación. La explicación teológica se basa en que el hombre nace con el pecado original, y que para la salvación es preciso borrar este pecado y recibir el don de la gracia de Dios, que se confiere por primera vez en el bautismo.