San Clemente de Alejandría

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El intento de san Clemente por conciliar la cultura griega con la teología cristiana en la escuela catequética ejerció gran influencia posterior en el pensamiento cristiano medieval. Tito Flavio Clemente nació en Atenas hacia el 150. Convertido al cristianismo por su maestro Panteno, en torno al 180 sucedió a éste como líder espiritual de la comunidad cristiana de Alejandría, en la que permaneció durante veinte años. Entre sus obras de ética, teología y comentarios bíblicos destacó la trilogía formada por Exhortación, Pedagogo y Misceláneas. En ellas combatió a los herejes gnósticos, que sostenían la posibilidad de un conocimiento puramente racional y filosófico de Dios; mas, al mismo tiempo, mantuvo, frente a los cristianos intransigentes que consideraban la fe como único instrumento de tal conocimiento y de salvación, que la filosofía era buena y deseada por la voluntad divina en cuanto "preparación" a la sabiduría revelada. Estableció el programa educativo de la escuela catequética alejandrina, que fue siglos más tarde la base del trivium y quadrivium -dos grupos de disciplinas que constituían las artes liberales en la edad media-. Su preocupación por el testimonio del Evangelio en la sociedad involucró a san Clemente en cuestiones políticas y económicas. Por lo que respecta a la contraposición de la ley del mundo con la ley del Evangelio, aludió a la teoría de las dos ciudades (la del cielo y la de la tierra), que luego recuperaría san Agustín en La ciudad de Dios.