Cristianismo - pág.2

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Después de su resurrección, Jesús envió a los discípulos a recorrer el mundo para predicar el Evangelio a toda la creación. Los discípulos, en cumplimiento del mandato, comenzaron su predicación en el mundo circundante: el hebreo y el romano. La predicación de san Pablo, al que la iglesia considera uno de los apóstoles, fue decisiva en la configuración inicial de la doctrina dentro del medio social y cultural de la época; a él se debió el énfasis en la "ecumenicidad" -universalidad-, en oposición a una poderosa corriente de seguidores de Cristo que entendían que la doctrina debía limitarse al pueblo judío. La extensión del cristianismo se produjo con una extraordinaria rapidez, pese a las persecuciones ordenadas por los gobernantes romanos, y a fines del siglo II ya se había extendido a todos los territorios del imperio y hasta Persia y Arabia. Con independencia de la situación sociopolítica en que apareció el cristianismo, debe buscarse en la doctrina que enseñaba la razón de su rápida difusión y aceptación en el mundo romano, de su penetración en el cuerpo social y de su triunfo definitivo -en un brevísimo plazo si se considera desde una perspectiva histórica-, que trastocó las bases sobre las que se había asentado tan poderoso imperio.