Cristianismo - pág.11

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La reacción católica contra la Reforma cobró estado en el concilio de Trento, iniciado en 1545, que no sólo confirmó la doctrina que había sido puesta en cuestión por los protestantes, sino que acometió la reforma de la propia Iglesia Católica, conocida como contrarreforma, en la que desempeñó un papel muy importante la recién fundada Compañía de Jesús. Doctrina cristiana Desde el siglo XVI, pues, la cristiandad se vio dividida en tres grandes iglesias: católica, ortodoxa y protestante. Las diferencias doctrinales entre unas y otras -y, en el caso de ortodoxos y protestantes, entre sus propias iglesias- se mantuvieron durante siglos. A medida, sin embargo, que la religión se veía amenazada por el materialismo del mundo moderno, los creyentes experimentaron la necesidad de fortalecer el papel del cristianismo y recuperar la unidad perdida, al menos en cuanto manifestación de una misma fe. El movimiento ecuménico surgió a fines del siglo XIX en los países protestantes, y a lo largo del siglo XX se produjo una tendencia similar en las iglesias ortodoxas y, tras el concilio Vaticano II, en la católica. La base de este esfuerzo unificador no puede ser otro que el de la doctrina enseñada por Jesús, cuyas verdades reveladas son aceptadas por los creyentes de todas las iglesias cristianas.