Dogma - pág.2

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Sólo posteriormente, sin embargo, la iglesia reflexionaría sobre los diversos grados en que garantiza su enseñanza o doctrina: desde meras explicaciones de la palabra de Dios hasta la plena garantía de su autoridad en la formulación de una verdad revelada. En este sentido, santo Tomás utilizaba ya en el siglo XIII el término "dogma" con el significado de principio doctrinario. El concepto de dogma como grado supremo de enseñanza se elaboró en el siglo XVIII y fue explícitamente tratado en el concilio Vaticano I (1869-1870), en el que se afirmó: "Han de mantenerse siempre los sagrados dogmas con el mismo sentido con el que los ha declarado la santa madre iglesia, ni es lícito apartarse de este sentido con el pretexto de una mejor comprensión". Se conminaba con el anatema a quien defendiera lo contrario. Además, la autoridad para establecer dogmas de manera irrevocable e infalible se transfirió al papa, ex sese, non ex consenso ecclesiae (por sí mismo, y no con el consenso de la iglesia), siempre que hubieran de tomarse decisiones sobre doctrina en materia teológica y moral. Desde el concilio Vaticano II, la iglesia tendió a orientarse hacia planteamientos pastorales referentes a la misión eclesiástica en el mundo antes que al establecimiento de dogmas.