Burocracia - pág.7

Indice General | Enciclopedia de Sociologí­a

Página 7 de 8

Para Michels, dada la creciente complejidad y burocratización de las grandes organizaciones modernas, todo el poder se concentra en su cúspide, de forma que es un pequeño grupo el que, en última instancia, adopta todas las decisiones importantes, pese a que explícitamente se mantengan ideales y propósitos democráticos. Este principio es el que se conoce como la "ley de hierro de la burocracia". Evidentemente, es imposible que todos los miembros de una comunidad puedan intervenir en la adopción de decisiones que, para que aumenten sus probabilidades de acierto, han de ajustarse a determinadas pautas de racionalidad sólo accesibles, en ocasiones, a los poseedores de conocimientos técnicos especializados. Esto hace que, en organizaciones complejas, determinadas personas resulten irremplazables, lo que, unido a la creciente influencia de estos estratos oligárquicos en los medios de comunicación social, da lugar a que el poder se concentre más de lo conveniente. La primera consecuencia de esta concentración de poder es que la oligarquía burocrática intenta por todos los medios perpetuarse en el desempeño de sus funciones y de los privilegios que le son anejos, con el consiguiente peligro de que llegue a convertirse en un "estado dentro del estado". Su influencia en la vida social puede ser tal que, si se produce, de acuerdo con Michels, una burocratización de las organizaciones sociales de libre afiliación, tales como los partidos políticos y los sindicatos, la entera estructura democrática podría llegar a tambalearse y verse sustituida por un estado más o menos abiertamente oligárquico.