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Que perecen del mismo modo que el insensato y el necio,
Y dejan a otros sus riquezas.
11 Su íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas,
Y sus habitaciones para generación y generación;
Dan sus nombres a sus tierras.
12 Mas el hombre no permanecerá en honra;
Es semejante a las bestias que perecen.
13 Este su camino es locura;
Con todo, sus descendientes se complacen en el dicho de ellos. Selah
14 Como a rebaños que son conducidos al Seol,
La muerte los pastoreará,
Y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana;
Se consumirá su buen parecer, y el Seol será su morada.
15 Pero Dios redimirá mi vida del poder del Seol,
Porque él me tomará consigo. Selah
16 No temas cuando se enriquece alguno,
Cuando aumenta la gloria de su casa;
17 Porque cuando muera no llevará nada,
Ni descenderá tras él su gloria.
18 Aunque mientras viva, llame dichosa a su alma,
Y sea loado cuando prospere,
19 Entrará en la generación de sus padres,
Y nunca más verá la luz.
20 El hombre que está en honra y no entiende,
Semejante es a las bestias que perecen.
Dios juzgará al mundo
Salmo de Asaf.
SALMO 50
1 El Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y convocado la tierra,
Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone.
2 De Sion, perfección de hermosura,
Dios ha resplandecido.
3 Vendrá nuestro Dios, y no callará;
Fuego consumirá delante de él,
Y tempestad poderosa le rodeará.
4 Convocará a los cielos de arriba,
Y a la tierra, para juzgar a su pueblo.
5 Juntadme mis santos,
Los que hicieron conmigo pacto con sacrificio.
6 Y los cielos declararán su justicia,
Porque Dios es el juez. Selah
7 Oye, pueblo mío, y hablaré;
Escucha, Israel, y testificaré contra ti:
Yo soy Dios, el Dios tuyo.
8 No te reprenderé por tus sacrificios,
Ni por tus holocaustos, que están continuamente delante de mí.
9 No tomaré de tu casa becerros,
Ni machos cabríos de tus apriscos.
10 Porque mía es toda bestia del bosque,
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