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Así funciona la ilusión.
Paco y Pepe llegaron juntos a la misma oficina. Paco siempre señalaba de forma sutil los errores que Pepe cometía. Con frecuencia lo llamaba "el manazas´: Tropezaba con las cosas, atascaba la fotocopiadora y la impresora, tiraba cosas sin darse cuenta, etc. Era el payaso de la oficina. Por contraste, a su lado Paco era un buen chico y eficiente trabajador. Pepe era el chivo expiatorio, la persona que la gente necesita para culparle de sus problemas.
Ahora supongamos que le colocan a usted una etiqueta. Como ya sabe cómo funciona, algo lleva ganado. Uno no se puede defender negándose a participar en este juego. Si lo hace, le pueden llamar tipo raro, o cosas peores. En consecuencia, debe crear una imagen. Piense qué imagen desea crear. Si quiere usar la de persona trabajadora, tenaz, concienzuda puede empezar por su despacho. Recoloque sus cosas, la silla, mesa, libros, armarios, etc. Exagere sus movimientos, deben dar la impresión de mucha actividad. Cuando se mueva por donde haya gente, mire al suelo con cara de preocupado. Nunca lleve las manos vacías, lleve un manojo de papeles, carpetas, etc.
Podría preferir la imagen de persona muy sociable. Salude a todo el mundo de forma casual. Pregúntele a algunos por su familia. Sonría. Si se le da bien, cuente algún chiste o anécdota. Siga por esa línea y su imagen cambiará. Sólo usted sabe que es una imagen, y que debe tener varios disfraces por si cambian las circunstancias.
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