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Esté alerta ante cualquier cambio en su organización: un recién llegado, jubilaciones, reestructuraciones, ajustes de plantilla, etc. Observe si sus colegas están más tensos que de costumbre y cambian su actitud hacia usted. Están reservados, vigilantes, le dirigen miradas extrañas. Alguien le esta difamando. Si ahora usted cambia sus reacciones ante los demás, le hará el juego al difamador. Siga actuando como siempre, no se altere. Si lo hace, el difamador creará sobre usted la imagen que desee. Intente observar quien es más amable de lo ordinario. En un paisaje de relaciones frías y distantes, usted notará un punto cálido, alguien le sonríe mas de lo debido. Si es un buen difamador, debe disimular su ataque manteniendo buenas relaciones con usted. Ahora ya se ha asegurado quién es el culpable y es el momento de iniciar el contraataque.
Hemos visto que en este tema todo consiste en manipular imágenes mentales. Debe usted primero evaluar su propia imagen, conocer sus puntos fuertes y débiles. No permitirá que le hagan perder su confianza en sí mismo. Intente averiguar la imagen que usted proyecta y acéptela. Pida a ciertas personas escogidas su opinión sobre la imagen que usted genera. Controle su imagen y la que los demás perciben. Una vez identificado su perfil, de forma suave, debe cambiarlo. Si ha estado mucho tiempo absorto en su tarea y ha descuidado las relaciones con los demás, invierta esta tendencia.
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