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Pero, además de evocar satisfacciones, algunos ejes provocan temores, con lo que la afectividad deseada se pierde. Para que esto no suceda, el eje debe ser inocuo, es decir, debe producir bienestar.
Por último, un eje polivalente es el que además de una motivación principal estimula otra, con lo que conseguimos un doble efecto o reforzamos la primera. Cuando el eje está basado en un freno, la disminución del mismo constituye su universalidad. La elección final del eje, después de todo un proceso de estudio y eliminación, suele recaer en un freno, dado que es mucho más fácil y seguro debilitar el freno que estimular la motivación.
Esto, en cierto modo, es lógico, ya que el público normalmente está bien informado de las ventajas de un producto, pero a su vez existen comentarios a nivel de consumidores, falsos o verídicos, que hacer nacer un cierto recelo o duda y que llegan a constituir un freno, soliendo ser motivo de que dicho producto no sea comprado.
Por lo cual, disminuir estos frenos suele ser tan eficaz o más que informar de las ventajas y satisfacciones que produce la adquisición del producto. Si el producto fuera de nueva creación y presentación, indudablemente, la elección del eje recaería sobre una motivación, dado que se desconoce todo de él.
19.La construcción de los anuncios
Ante el principio general de llamar la atención a través del anuncio, existe otro, de mayor importancia, como es el de transmitir.
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