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La incidencia de la leucemia aguda en la población general es de uno a tres casos por cada 100.000 habitantes y año, y se observa un ligero predominio masculino. En los niños la leucemia aguda linfoblástica es la principal causa de fallecimiento por cáncer. Por el contrario, la leucemia aguda mieloblástica tiene una incidencia baja desde la infancia hasta la quinta década de la vida, para aumentar y alcanzar su pico máximo entre los 65 y 75 años. La etiología de las leucemias agudas todavía se desconoce, aunque en algunos casos se han asociado a radiaciones, exposición al benzol y administración de determinados medicamentos antineoplásicos. Entre los factores endógenos, los factores genéticos tienen importancia, como lo demuestra la mayor probabilidad de desarrollar la enfermedad el hermano gemelo de un paciente leucémico. Diversas enfermedades congénitas se asocian con un riesgo leucémico incrementado. Clínicamente suele tener un comienzo repentino con fatiga, palidez, pérdida de peso y formación espontánea de hematomas. Progresa rápidamente causando fiebre, hemorragias, debilidad extrema, dolor óseo o articular e infecciones repetidas. El tratamiento más eficaz consiste en una quimioterapia combinada intensiva, administración de antibióticos y transfusiones sanguíneas para reponer los hematíes y las plaquetas.
leucemia aguda indiferenciada
undifferentiated cell leukemia
Hematología
Neoplasia maligna de los órganos hematopoyéticos, con presencia de células muy inmaduras de difícil clasificación.
leucemia aguda mieloblástica
myeloblastic acute leukemia
Hematología
Proliferación maligna de células hematopoyéticas inmaduras, fundamentalmente de extirpe mieloide, de tipo blástico. Esta infiltración medular provoca citopenias con sus consiguientes manifestaciones sistémicas, anemia, trombopenia con diatesis hemorrágica y neutropenia responsable de cuadros infecciosos con fiebre.
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