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Más al oeste, la puna presenta una vegetación escasa y adaptada a las condiciones de aridez extremada.
La región de las pampas es una vasta pradera herbácea caracterizada por la abundancia de especies de gramíneas y por la ausencia de árboles. Al este, la Pampa seca presenta una vegetación más degradada, con matorrales arbustivos adaptados a la aridez (pastos duros). Las sierras pampeanas estás cubiertas por estepas arbustivas, al igual que las laderas orientales de los Andes centrales. Al sur del paralelo 40°, el aumento de las precipitaciones propicia el crecimiento de bosques de coníferas en la cordillera. Hacia el Atlántico los bosques se degradan paulatinamente y las mesetas patagónicas se cubren de formaciones esteparias de gramíneas y arbustos.
La fauna argentina es similar a la del resto del subcontinente, aunque menos variada que en las regiones tropicales. Especialmente abundantes son las especies de aves, adaptadas a los distintos paisajes naturales: rapaces (cóndor, gavilán, halcón blanco), zancudas (chajá, garza, ganso), diversas especies de pingüinos, numerosos pájaros, varios tipos de loros y alguna corredora (ñandú). Entre los reptiles figuran varias especies de serpientes (cascabel, víbora de coral, boa), la iguana y el yacaré, y entre los roedores, el capibara, el tucutuco, la liebre patagónica y la vizcacha de la Pampa.
Están representados los mamíferos carnívoros por el jaguar, el puma, el gato montés y el zorro de monte.
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