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Al sur de la puna, el clima de la cordillera se hace más árido, con escasas precipitaciones y bajas temperaturas en las zonas altas, donde existen nieves perpetuas a partir de los 4.000 m. Los vientos húmedos del Pacífico consiguen traspasar la barrera andina en su sector meridional, lo que determina una mayor abundancia de precipitaciones; las nieves perpetuas descienden a los 1.000 m, lo que, junto con el descenso de las temperaturas por la latitud, favorece la formación de glaciares. La Patagonia, al pie de los Andes meridionales, es una región seca, fresca y con vientos constantes del oeste. El extremo meridional del país, la Tierra del Fuego, se halla dominado por el frío, los fuertes vientos y la abundancia y regularidad de las precipitaciones (lluvia y nieve).
Hidrografía. La Argentina posee tres redes hidrográficas: la de la vertiente atlántica, que es la más importante, la del Pacífico, en la franja meridional de los Andes, y los sistemas endorreicos -o internos- que ocupan un tercio de la superficie total del país, en distintas áreas.
En la vertiente atlántica destaca el río de la Plata, estuario formado por la confluencia del Paraná y el Uruguay. El río de la Plata tiene un caudal medio de 23.000 m3 por segundo, lo que representa el volumen hidrográfico más importante de Sudamérica, después del de la cuenca amazónica.
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