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En el sector occidental árido predomina la vegetación de cactos y matorral desértico y estepario, con diversas especies de roedores y reptiles, y cazadores como el coyote y el zorro.
En las zonas tropicales de Centroamérica, las Antillas y Sudamérica, y sobre todo en la cuenca amazónica, se extiende la región de selva virgen más grande del planeta, con una vegetación exuberante de plantas y árboles frondosos y de hoja perenne (palmeras, acacias, nopales, helechos arborescentes, caucho, caoba, lianas, etc.). La fauna de estas regiones se caracteriza por la menor abundancia de mamíferos (jaguar, puma, tapir) y por el predominio de aves (tucán, papagayo), reptiles e insectos.
Los llanos y las tierras altas de Venezuela y Brasil son el dominio de las sabanas de gramíneas y bulbosas, que se hacen más áridas en la caatinga brasileña (en la punta oriental del subcontinente) y en el litoral venezolano y colombiano (espinosas, cactos, acacias). Por el sur de Brasil, en Uruguay y en el este de la Argentina se extiende la Pampa, región de hierbas cortas y árboles enanos que va degradándose hacia el oeste, dando lugar a amplias extensiones de matorral desértico.
La cordillera andina tiene tres tipos fundamentales de formaciones vegetales: el bosque húmedo y denso de la zona ecuatorial, las punas y páramos de las altiplanicies centrales, donde viven la llama, la vicuña, la alpaca y el cóndor, y los bosques húmedos del centro y sur de Chile, con frondosas de hoja perenne y frondosas y coníferas caducifolias (araucaria, haya, cedro).
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