Enciclopedia de Medicina, anatomía y fisiología
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LOCOMOTOR, APARATO - pág.4
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Enciclopedia de Medicina, anatomía y fisiología
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En los anfibios se desarrollan ya verdaderas extremidades, en número de cuatro, por lo que estos animales, lo mismo que algunos reptiles, las aves y los mamíferos, reciben el nombre de tetrápodos. Las extremidades se componen de tres elementos fundamentales: el autópodo (que en el ser humano corresponde a la mano o al pie), el zeugópodo, en situación intermedia (en el ser humano equivale al antebrazo y a la porción de la pierna comprendida entre la rodilla y el pie), y el estilópodo (constituido por dos largos huesos, el húmero en las extremidades superiores y el fémur en las posteriores).
Los huesos desempeñan el papel de palancas en los movimientos y la locomoción, mientras que los músculos, estrechamente asociados a ellos, tiran de los mismos al contraerse y son los auténticos elementos motores. El rendimiento y eficacia musculares alcanzan su grado máximo en las aves debido a las necesidades impuestas por el vuelo: tal sistema de locomoción ha determinado en estos vertebrados la reestructuración de todos los sistemas y aparatos orgánicos, del respiratorio al óseo. Este último, por ejemplo, se compone de huesos huecos, sin médula, rellenos de aire -los llamados huesos neumáticos-, lo que hace más ligero al animal y facilita su desplazamiento aéreo.
Por su parte, entre los mamíferos adaptados a la marcha en tierra se ha generado una gran especialización a la carrera, como muchos herbívoros perisodáctilos (entre ellos el caballo) y artiodáctilos (como los antílopes y gacelas).
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