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Indice General | Enciclopedia de Meteorologí­a

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Los efectos de los vientos alisios se aprecian especialmente en las zonas orientales de los océanos Atlántico y Pacífico comprendidas entre las latitudes 30° N y 30° S. Incluso en las regiones oceánicas, son vientos secos al proceder de las capas superiores de la atmósfera y poseen velocidad y dirección aproximadamente constantes. La formación de lluvias en estas condiciones se debe a efectos secundarios como el calentamiento diferencial de la tierra y el agua o las barreras orográficas. Los vientos contraalisios carecen de la permanencia y uniformidad de los alisios, por su sometimiento a perturbaciones propias de los estratos exteriores de la atmósfera. Los efectos de las estaciones complican los sistemas de vientos generales. Una de sus manifestaciones más importantes es la producción de vientos periódicos cuya dirección se invierte entre las estaciones extremas y cuya actuación se advierte especialmente en las regiones del sur y el este de Asia. Modernamente, se atribuye la aparición de vientos monzónicos al balanceo de latitud producido en las regiones limítrofes de acción de los vientos alisios, complicada con los accidentes orográficos del Himalaya y las perturbaciones locales. El monzón de invierno, dominante entre los meses de octubre y marzo, sopla en dirección nornoroeste y es un factor de sequía.