|
Para aumentar la movilidad y protección, creó la infantería ligera, armada con arco, honda y jabalina; y también utilizó la caballería ligera y pesada, que combatía en exploración o ataque.
En la antigua Roma se concibió la legión, unidad de guerra ofensiva y que, contrariamente a lo ocurrido con la falange, evolucionó hacia la orgánica defensiva. Sus armas eran la espada corta o gladius, que en el imperio se hizo más larga (spatha); el pilum o venablo arrojadizo, de unos dos metros, y el asta o pica. La caballería se armaba de espada y lanza. Por su parte, las tropas auxiliares utilizaban arco, hondas y otras armas. La legión de la república, período comprendido entre el siglo V, y el gobierno de Julio César, en el siglo I a.C. se organizaba en manípulos de 120 infantes, con diez filas de doce hileras. El despliegue para el combate era abierto, con dos primeras líneas de diez manípulos y una tercera línea de manípulos y reservas, a base de infantería ligera. Dos legiones de 4.200 hombres cada una, acompañadas por una pequeña fuerza de caballería y otras unidades de apoyo, formaban un ejército de unos diez mil hombres. Durante los gobiernos de Lucio Cornelio Sila y Julio César, la unidad táctica fue la cohorte, que reunía un manípulo de cada clase (hastari, principes y triari).
|