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Y eso es un gran error de seducción...
SEDUCIR A UN HOMBRE
Cortejada, una doncella tiene que tomar por esposo al hombre que considere un refugio, un placer, bienintencionado y fiel. Cuando, sin tener en cuenta ni las cualidades, ni el aspecto, ni siquiera la experiencia, ella busca un marido por sed de riqueza, incluso rivalizando con otras esposas, entonces una doncella no debe engatusar a un hombre colmado de buenas cualidades, fiel, competente, rebosante de pasión, que la corteja con todos los medios. Mejor un esposo pobre, pero fiel, y que, sin tantos méritos, sólo piensa en ella; más bien que uno al que aspiran muchas, porque está colmado de buenas cualidades.
En general los ricos tienen muchas esposas que se comportan con liberalidad; felices por fuera, son desconfiadas, aunque no les falte el placer externo. Pero, si hay que cortejar a un plebeyo, o a uno que tiene el pelo blanco o a uno que está siempre de viaje, no vale la pena la unión. A quien corteja sólo por capricho, o se dedica a jugar y a engañar, o todavía tiene mujer a hijos, no es digno de la unión. A paridad de cualidades, entre los cortejadores sólo un pretendiente es el escogido; y este cortejador vence a los demás, porque en él hay por naturaleza amor.
KAMASUTRA
Dicen que lo esencial es invisible a los ojos, sin embargo, la mirada de un hombre nunca puede permanecer ajena ante ciertos atributos femeninos.
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